Las pasiones humanas parece que han prevalecido en los trabajos previos a la instalación de la LXIV Legislatura, que asumirá mañana sus funciones: pese a formar parte de la misma coalición electoral que ganó el Poder Ejecutivo y el Legislativo, los representantes del partido Movimiento de Regeneración Nacional se enfrentan desde hace días no sólo a sus homólogos del Partido del Trabajo y del Partido Encuentro Social (PES) sino a sus mismos compañeros de organización, uno de los cuales decidió cambiar de bando.
Aunque al final hubo unanimidad en la votación para integrar los órganos de gobierno del Congreso, la imagen que han transmitido ha sido muy mala, pues han hecho creer al electorado que una vez más estarán por encima del mandato del pueblo, lo que sería terrible luego de tantas legislaturas que se han ganado a pulso el mote de “la peor de la Historia”.
Es necesario que los grupos mayoritarios del Congreso que mañana asumen el cargo cambien de estrategia, porque las esperanzas depositados en esas mujeres y hombres el pasado 1 de julio son enormes, como nunca antes.