El de bomberos es un servicio indispensable en una sociedad como la nuestra, tan llena de riesgo de todo tipo, por lo que resulta patético comprobar el poco apoyo presupuestal que reciben las corporaciones que funcionan en diversos municipios de la entidad.
Los actuales diputados aprobaron una ley que hace obligatoria la asignación de una parte fija de los presupuestos municipales para ese servicio, pero es letra muerta.
Previo al día del bombero –el pasado 22 de agosto- los trabajadores del sector salen a la calle con botes o gorras para pedir limosna a conductores y transeúntes.
La iniciativa para organizar una colecta anual con apoyo institucional pretende acabar con esa práctica, por lo que la iniciativa es buena, pero mejor sería si se dotara de suficientes recursos y equipamiento a los bomberos, de los que solo nos acordamos cuando somos víctimas de una catástrofe.