El gobierno del estado anunció que gestiona recursos adicionales ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para cumplir compromisos de gasto corriente y ayudar a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, lo que revela el mal estado de las finanzas, de lo que seguramente debe haber responsables.
Aunque se debe actuar con cautela para evitar que los procesos por venir se desbaraten o no procedan, lo cierto es que se requiere un buen trabajo de investigación sobre los funcionarios del pasado gobierno para recuperar las exorbitantes sumas de dinero público que “desaparecieron”.
La impunidad no sólo agravia a la sociedad por lo que representa, sino que trae efectos directos sobre la calidad de vida de la población, ya que disminuye o cancela obras y servicios públicos.
Por lo pronto, debemos confiar en que la petición de ayuda prospere, pues eso permitirá que Morelos se recupere más rápido del desastre del que acaba de salir.