Es innegable que la Universidad Autónoma del Estado de Morelos es una institucion estratégica para la entidad y que es una injusticia que sus miles de trabajadores carezcan de salario, pero también resulta evidente que es un exceso usar como rehén al resto de la población.
Mas allá de posturas a favor o en contra de la radicalización del movimiento sindical, lo cierto es que las protestas de ayer causaron un daño económico irreparable al estado de Morelos, pues gran parte de las actividades productivas quedaron paralizadas.
El movimiento amenaza con continuar con la misma o mayor intensidad, pero los trabajadores universitarios debe entender que perjudicar la vida de cientos de miles de personas está lejos de ser una hazaña.