Mal acaba el año para los vecinos de la zona conurbada de Cuernavaca, con la inmerecida crisis de basura que en Jiutepec ha alcanzado niveles de alarma por el riesgo de que se desaten enfermedades.
En Cuernavaca apenas han sido unas horas de la protesta que suspendió el servicio, pero que sin embargo afecta gravemente la imagen de la ciudad, eminentemente turística.
Y municipios de otras regiones, como Puente de Ixtla, no escapan al problema causado por sus autoridades municipales.
La falta de mecanismos para sancionar las acciones dolosas, así como las omisiones de las autoridades ha propiciado que los funcionarios públicos abandonen sus responsabilidades sin miedo a sufrir un castigo.
Sin embargo, incumplir acciones tan básicas como la operación de los servicios públicos elementales demuestra lo lejanos que están de los gobernados.