Afortunadamente, la violencia no tocó más profundamente el proceso político que significa el relevo de los poderes municipales, sin contar, claro, con el lamentable asesinato de una regidora electa en Mazatepec.
Incluso el nacimiento de tres municipios indígenas no significo una alteración del orden público, contra lo que se había pronosticado, pero para que las cosas avancen en Morelos es necesario que esa situación se mantenga.
Tratar de dirimir por cauces fuera de la ley las diferencias políticas daña gravemente las actividades económicas y el desarrollo de nuestras comunidades, por lo que hacer un llamado a la conservación de la civilidad es más que necesario.