La medida de modificar el esquema bajo el que trabaja el programa denominado Escuelas de Tiempo Completo es federal y solo el gobierno de la república dispone de los recursos para que opere.
Sin embargo, una organización del magisterio morelense ha amenazado con realizar protestas si tal programa deja de beneficiar a sus afiliados.
La inconformidad es simplemente gremial, pues el planteamiento no incluye la defensa de los niños afectados por algún cambio radical, sino por la paga de los alrededor de cinco mil profesores que participan en el programa.
Pero si se dan esas protestas, los afectados pueden superar con mucho al número de trabajadores que verán sus derechos perjudicados.
La educación no es una actividad lucrativa sino social, lo que habrá que hacerlo saber a quienes pudieran afectar a terceros en defensa de derechos que no deben estar por encima de los de la población.