Aunque solo se le llevó a la cárcel por 34 concesiones –falta que un juez determine si las acusaciones de la fiscalía anticorrupción son lo suficientemente sólidas como para procesar al exfuncionario- las autoridades del ramo han revelado que quizá fueron diez mil los permisos vendidos a incautos que soñaron con cambiarlos por una concesión.
Esperemos que el proceso incluya también a los líderes de los transportistas que lo son porque se amparan en esos documentos irregulares, para que sean correspondidos en su maltrato a la sociedad a la hora que se han movilizado para exigir respeto a sus permisos, que no valen ni el papel en que están impresos.