Nuevamente el sábado ocurrió un incidente cuestionable: Varias decenas de vecinos de Xoxocotla ejercieron la justicia por propia mano y casi privan de la vida al automovilista que mató a una persona al atropellarla.
Los poblados del municipio indígena de nueva creación también quemaron el auto del responsable del percance que dejó también un herido.
Las acciones en que grupos focalizados de vecinos se otorgan el derecho de decidir el destino de otras personas terminan por manchar a toda una comunidad, a la que se considera sustraída de la ley aunque los hechos criticables solo sean responsabilidad de un grupo pequeño.
Se requiere reforzar los valores cívicos a fin de que la conciencia de los ciudadanos que sean testigos de un delito denuncien ante la autoridad y no se conviertan en jueces impartidores de una dudosa justicia.