El acceso en vehículo automotor a la Ciudad de México es de vital importancia para la economía de la entidad, ya que miles de personas viajan desde nuestra entidad a la capital del país por trabajo o para realizar operaciones de compraventa o prestación de servicios, por lo que prohibición de acceder a esa ciudad antes de las diez de la mañana a partir de enero, como pretende la autoridad local, dañaría a Morelos.
El nuestro no es el único estado afectado por la absurda medida, lo que favorece de alguna medida las acciones de presión en contra del gobierno de la Ciudad de México, ya que nos acompañarán cuatro entidades más en la premisa de que no se puede combatir la polución con medidas que afecten a la economía en esa proporción.
Además de la negociación aún puede recurrirse a instrumentos jurídicos, pues se conculcaría el derecho constitucional al libre tránsito, pero esperemos que no sea necesario alcanzar mayores niveles de enfrentamiento.
Quien diga que carece de auto y la medida no le afecte debe pensar que la prohibición sí lastimaría a proveedores de bienes y servicios que surten a toda la sociedad morelense, por lo que nadie está exento de sufrir las consecuencias.