Si las autoridades municipales dejarán de pagar elevadas percepciones a sus regidores, los Ayuntamientos recuperarían valiosos recursos que hoy se esfuman sin resultados para la sociedad, pero luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el “impuesto adicional” viola la Constitución, la única salida para obtener los recursos programados para 2020 parece ser el incremento en el cobro de impuestos y derechos, pero sin un programa de austeridad.
Los ciudadanos pueden sufrir un importante descalabro en su economía si se aprueba una compensación por la vía citada.
Parece que hace falta creatividad para hacer frente al panorama financiero que se avecina, que sería más pasable si los privilegios que aún se mantienen cesan y ese dinero se canaliza a prestar mejores servicios o a atender la obra pública.
Por lo pronto, habrá que esperar cómo se concreta la salida financiera que los ayuntamientos requieren.