La reforma que el Congreso pretende hacer al código penal del estado vislumbra un notable avance para combatir el acoso sexual que sufren las mujeres. Aunque habría sido preferible que se usara la educación y no la coerción, la medida se antoja necesaria por los niveles de violencia que sufre la mujer.
Las sanciones que se contemplan son de tipo económico en primea instancia pero se contemplan situaciones en los que el infractor puede terminar en la cárcel.
Por supuesto, la reforma no basta, pues se tiene que capacitar a las fuerzas del orden a fin de que sepan que deben aplicar la medida, mientras que las mujeres –más de la mitad de la población de la entidad- deben conocer la opción de la que ahora dispondrán.
Se da por hecho que la reforma será aprobada, por lo que solo queda esperar la forma y la frecuencia con la que se aplicará algo que puede significar un avance social.