Nuevamente, los intereses facciosos de las agrupaciones que controlan el ambulantaje en la capital de Morelos buscan confrontarse con la autoridad para sacar ventajas.
Eso pasó ayer cuando afiliados al llamado Nuevo Grupo Sindical ocuparon ilegalmente la calle Guerrero, en perjuicio de los negocios establecidos en esa arteria, que quedaron a merced de quienes a su vez tienen sus locales en las plazas Lido y Degollado.
Hasta ahora, la falta de sanciones ha permitido que reine la impunidad, pero quizá la aplicación de lo que está contemplado en la ley para estos casos podría hacer desistir de nuevos intentos por hacer justicia por propia mano.
El ambulantaje ha dañado no sólo la economía de los comerciantes de la zona, sino en general la imagen de la ciudad, antes un imán turístico de alcance internacional.
Los intereses de la sociedad quedan aplastados por el interés de grupos que no benefician a nadie.