Aunque al cierre de esta edición los alcaldes afectados por el rechazo a sus leyes de ingreso no se habían pronunciado sobre las acciones que ejecutarán hoy, la amenaza lanzada de manera irresponsable el miércoles tendrá un elevado costo para la economía local, ya que una indeterminada cifra de viajeros se dejarán de mover por la entidad ante el riesgo de quedar atrapados si ocurre un cierre de las carreteras morelenses.
Aunque la lógica dice que esa es una medida desesperada y que generará un rechazo general de la población, el solo hecho de anunciarla inquietó no solo a quienes radican en la entidad, sino a todos aquellos que pensaban en Morelos como destino de llegada o de paso, lo que se sentirá en las finanzas de los prestadores de servicios que esperaban un importante flujo de clientela con motivo del fin de semana largo.
Fue una falta de sensibilidad política lo que llevó al grupo de alcaldes a lanzar su amenaza y ahora deberán afrontar las consecuencias.