La iniciativa social que se explica en la página 5 de esta edición puede ser muy significativa: un grupo de ciudadanos conscientes del delicado e infravalorado papel que juegan los trabajadores de la salud en el combate a la pandemia deciden poner manos a la obra y movilizarse para entregar un poco de alimento a médicos y enfermeras que luchan contra la enfermedad.
La medida debería extenderse para que quienes arriesgan su vida en cada momento se sientan fortalecidos, al tiempo que la sociedad toma conciencia de una labor tan difícil que -además- para su desempeño se requieren años de preparación.
Esperemos que la sociedad civil se movilice por sus médicos, enfermeras y demás personal sanitario, así como por todos aquellos que están en la primera línea de combate al coronavirus que nos agobia.