El accidente industrial ocurrido el fin de semana en Civac ha puesto el foco en la necesidad no solo de mejorar el equipamiento de los cuerpos de bomberos de la entidad, sino en la tarea de prevenir riesgos.
Aunque existen protocolos que permiten a las empresas disponer de las medidas de seguridad básicas para evitar percances, la cultura nacional hace que sea necesaria la supervisión para garantizar su cumplimiento.
Los daños causados a la empresa afectada fueron cuantiosos, pero el trabajo de los bomberos impidió una tragedia humana que habría alcanzado grandes proporciones.
Ahora es necesario que todo lo que se pueda evitar se evite y que se supervise en exceso si es necesario.
La pandemia ha afectado ya tantas cosas, que debemos impedir que otros factores se sumen a las penalidades que de por sí se padecen por causa del coronavirus.