Los ocho nuevos partidos políticos que buscarán el voto de los morelenses no ayudarán en nada a la democracia, pero cumplieron con las laxas exigencias de la ley y ahora tienen acceso al dinero público y tienen la posibilidad de lucrar (sus dirigentes) con la tradicional venta de candidaturas.
Es probable que las 19 opciones electorales solo provocarán más abstencionismo, sobre todo en el 2021, cuando se convoca a elecciones intermedias, en las que no se renueva la titularidad del Poder Ejecutivo estatal y federal y, por lo tanto, revisten de menor interés.
Lo lamentable es que la economía de Morelos no solo ha sido devastada por la cleptocracia de Graco Ramírez, sino también por las fuerzas de la Naturaleza, que ahora se presentaron en forma de una mortal pandemia que exige el uso de una gran cantidad de recursos hoy inexistentes. El dinero que se destinará a los 19 partidos políticos bien podría destinarse a una mejor causa.