La vacunación finalmente se ha convertido en un tema de interés prioritario para la población, que sin embargo no se informa de manera adecuada ni en los canales correctos, lo que ha originado una oleada de especulaciones que pueden ser peligrosas porque se prestan a que personas sin escrúpulos lucren con la situación.
La desesperación de las personas por el encierro al que han tenido que someterse hace que vean en la vacunación la esperanza para recuperar su vida normal.
Sin embargo, el contexto mundial muestra que las vacunas son escasas con respecto a la demanda y México no las produce, lo que nos hace, al igual que a casi todos los países del globo, dependientes de los suministros de compañías europeas y asiáticas que dan prioridad a su propia población, algo que es entendible.
Paciencia es lo que queda por aplicar, así como buen juicio y criterio informado, para evitar que quienes acostumbran abusar de situaciones como las que nos ocupa se salgan con la suya.