Las ocho mil 694 personas registradas ante el Impepac (Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana) no indican que esa cantidad de gente piense en el progreso y desarrollo de la entidad, sino en su aspiración de obtener un cargo que le dé buenos ingresos los próximos tres años.
Una minúscula fracción debe tener buenas intenciones, pero el electorado debe ser capaz de detectarla en ese mar de candidatos que pocas cosas pueden ofrecer.
La avalancha de propuestas seguramente influirá negativamente en el ánimo de los votantes, muchos de los cuales querrán dejar de acudir a las urnas, pero sin embargo son una oportunidad única de depurar el deficiente sistema de partidos, luego de que hace casi tres años los votantes casi borran del mapa a partidos “tradicionales” como el PRI y el PRD.
Ahora el 6 de junio puede ser la ocasión de concluir el trabajo.