La limitada oferta turística que Morelos puede ofrecer con motivo de la pandemia quizá no sea lo suficientemente atractiva para los viajeros procedentes de la Ciudad de México, pero esperemos que sirva para reactivar la economía local.
Mientras tanto, los ciudadanos morelenses ajenos al sector pueden contribuir con un buen trato a crear una buena imagen de la entidad, pero sobre todo pueden ayudar mucho si limitan su movilidad a lo estrictamente necesario, para no volver a saturar el agobiado sistema hospitalario.
Las contradicciones entre la necesidad del aislamiento y la urgencia de obtener ingresos pueden resolverse si dejamos que los visitantes sean los que acudan a los negocios mientras los locales utilizan las ventas a domicilio para no dejar de consumir.
Confiemos en que tendremos una reactivación económica y al mismo tiempo un control de los contagios de una enfermedad que aún nos marca.