El presidente de Canacintra ha manifestado públicamente una postura que es compartida por infinidad de personas e instituciones: que los candidatos y los partidos políticos dejen de incurrir en acciones que propician los contagios del coronavirus.
Los daños que se pueden presentar son enormes porque obligarían a un nuevo confinamiento y al cierre de las actividades económicas.
Los partidos políticos se niegan a acatar las medidas sanitarias porque no existen fuerzas coercitivas en la ley.
Amparados en esa impunidad todos los días miles de personas se ponen en riesgo de enfermar e incluso de morir.
Las redes sociales deben ser el campo de batalla electoral y ya no la calle.
Quizá los ciudadanos deberían inclinarse por medir el respeto a la vida de los demás y descartar a partidos y candidatos que no se encuadren en esta nueva forma de actuar.