Finalmente, los excesos tendrán un precio en el proceso de vacunación contra covid 19: las autoridades sanitarias dejarán de considerar de buena fe la llegada de los ciudadanos que buscan vacunarse y se exigirá el cumplimiento de la demostración de residencia para recibir la inmunización.
También las mujeres embarazadas tendrán que demostrar con documentos su estado de gravidez y no como hasta ahora, que bastaba una simple declaración de las interesadas.
Esperemos que esas medidas acaben con el caos que la llegada masiva de personas residentes en sitios diferentes a los que se han programado para la vacunación.
Los afectados serán los ciudadanos susceptibles al virus, que podrían haber recibido antes la vacuna, pero que ahora deberán esperar pacientemente a que el proceso llegue a sus municipios.