Nuevamente el comportamiento inesperado de la población volvió a dar al traste con los esquemas de planeación para inmunizar a quienes tienen entre 49 y 59 años de edad y residen en Cuernavaca.
La costumbre de vacunar a quienes acudan a los módulos independientemente de su lugar de procedencia jugó una mala pasada a los organismos de salud encargados de llevar a cabo la inmunización y generó amplias molestias entre la población, por los cierres de calle que el agotamiento del biológico propició.
La vacuna que se aplica en Cuernavaca tiene especificaciones muy estrictas de manejo que dificultan su traslado, por lo que no es fácil resurtir los puestos de aplicación.
La gente interesada en vacunarse debe tener paciencia porque se trata de un procedimiento gratuito y abierto que tiene como meta llegar a toda la población de riesgo, pero con las limitaciones que implica la escasez de la vacuna y el complicado manejo de la misma.