El notable avance en el control de la epidemia que significó la vacunación de todos los trabajadores del sistema educativo público y privado permite vislumbrar un pronto regreso a clases presenciales, siempre y cuando tal proceso no sea politizado por el sindicato magisterial.
Ya se han hecho públicas las condiciones para volver a las aulas. Debería estar entendido que la medida será gradual y se revertirá si en algún plantel ocurren un contagio.
Pero se vislumbra en el camino que el sindicato magisterial pretende incluir condiciones adicionales que pueden retrasar o alterar el proceso.
La situación del regreso a las aulas solo debe someterse a limitaciones técnicas y sanitarias. Cualquier otro factor aumentará el costo social que ha significado la pandemia y afectará el proceso educativo, de por sí ya gravemente afectado por las limitaciones que se le han impuesto a la enseñanza.