Definitivamente el primer cuadro de la ciudad de Cuernavaca enfrenta problemas estructurales muy graves para su desarrollo. No solo las marchas y protestas reducen su actividad económica, sino hasta la infraestructura eléctrica se conjura para impedir a los negocios operar.
La falla en el suministro de energía eléctrica que ayer afectó al centro histórico dejó daños importantes aunque no cuantificados en las empresas que con dificultad subsisten en esa zona, que por lo menos perdieron sus reservas de artículos perecederos o se vieron imposibilitadas de operar porque prácticamente para todo se requiere de electricidad.
Lo que allí ocurrió no puede catalogarse como accidente, porque ese ese tipo de situaciones se pueden pronosticar y tomar medidas preventivas antes de que ocurran.