Falta muy poco para que concluya el proceso electoral 2021, llego desde su origen de dificultades por múltiples circunstancias y manchado después de las elecciones por la acción de grupos aislados que decidieron llegar al vandalismo para defender lo que no obtuvieron en las urnas.
Sin embargo, en términos generales parece que Morelos llegará a buen puerto.
Ahora, el turno corresponde a aquellos dirigentes partidistas y candidatos derrotados que tienen la posibilidad de pasar a la Historia con una terrible imagen si insisten en mantener los conflictos por el reclamo de posiciones que los ciudadanos rechazaron darles.
El uso de la fuerza puede disuadir a algún cargo electo de asumir su función pero eso traerá -como ya ha quedo demostrado en múltiples ocasiones- una profunda crisis política y social en la región geográfica donde ocurran los reclamos mal dirimidos.
Aquellos que aspiran a un cargo de elección deben mostrar porque son dignos de ser elegidos y no pelear lo que -se insiste- se les negó.
Solo así podrán trascender positivamente en el tiempo y mantener vivas sus esperanzas políticas.