Los manifestantes que ayer bloquearon importantes avenidas para quejarse de que habían sido -quizá no ellos, pero sí sus patrones- víctimas de un delito también incurrieron en uno o varios a la hora de hacer evidente su malestar.
Aunque hasta la fecha las autoridades no han presentado en nombre de la sociedad las querellas por los desmanes que cometen quienes cierran las vías de comunicación, en cualquier momento eso puede ocurrir. Y quizá sea necesario para disuadir ese tipo de acciones.
No olvidemos que cuando se hizo público que la fiscalía investigaba a quienes vandalizaron inmuebles electorales ese tipo de acciones se cortó casi en el acto.
La sociedad necesita de remedios así de contundentes, para frenar los extremos que llevan a pequeños grupos de interés a perjudicar a toda la población.