Aunque se le someta a proceso y sea hallado culpable, el alcalde electo de Coatetelco tiene asegurado el pago de su pensión “dorada” hasta el fin de sus días, gracias a los errores que se cometieron en el infructuoso intento por echarla abajo.
De acuerdo a los datos disponibles, aunque el expediente del ahora cargo electo mostraba que no cumplía ni siquiera con el requisito básico, los diputados de la anterior legislatura no tuvieron vergüenza al darle su aprobación, con lo este señor vivirá el resto de sus días con el dinero que saldrá de los impuestos de toda la sociedad.
Esa actitud inmoral lo descalifica para gobernar, pero seguramente no será impedimento para que asuma el cargo. Lo único que podemos esperar es que sea sancionado en la medida en que se prueben los delitos en que incurrió. Es apenas un consuelo ante tanta impunidad.