El asalto a cuentahabientes cuando acaban de retirar sumas importantes de dinero es uno de los flagelos en la entidad y un delito que difícilmente se puede cometer sin la complicidad de algún empleado bancario.
Se han documentado casos en los que a las víctimas les han exigido la suma exacta del dinero que acaban de retirar. Finalmente, la Fiscalía ha señalado el posible vínculo que tanto ha dañado la confianza de el empresariado, principalmente.
Confiemos en que el mero señalamiento hecho ayer tenga efectos disuasorios entre los empleados bancarios deshonestos.
Claro, lo mejor sería que las investigaciones se profundizaran y se pusiera nombre y rostros a quienes participan en ese terrible delito.