Aunque para la mayoría de la población de la entidad pasa desapercibido, conflictos “pequeños” y aparentemente de índole local en realidad constituyen un grave problema para la población circundante, como en el caso del cierre de la carretera Zacatepec-Zapata, por la disputa de un predio que reclama un ex alcalde de Tlaltizapán mientras el ejido asegura que tal personaje carece de derechos sobre la superficie mencionada.
Cerrar esa carretera significa un daño considerable para pobladores de al menos cuatro municipios y multitud de empresas y organizaciones, especialmente de transporte.
Se requiere por lo tanto una solución a todo conflicto, grande o pequeño, para evitar que los ciudadanos ajenos a las controversias sigan como permanentes rehenes de grupos de poder minúsculos pero beligerantes.