Aunque era un evidente acto político, la confrontación de numerosos intereses en torno a la consulta nacional de ayer hizo que el esperado objetivo de ese ejercicio se haya difuminado.
Lo que se espera fuera una pregunta simple para dos opciones de respuesta quedó salpicado por la batalla jurídica entre los promotores y quienes se le oponían por diversas causas.
Pero al menos se ha puesto una muestra de lo la voluntad popular podría lograr si actúa de una manera estructurada para poner en marcha todos los elementos de que nos ha dotado la no tan larga vida democrática de México.