La revelación de los términos legales que obligan a los municipios indígenas a desaparecer y reintegrarse a las entidades de las que se escindieron puede significar un antes y un después en la serie de conflictos políticos que un día sí y otro también ocurren en lo que hasta no hace mucho eran comunidades originarias que solo se enfrentaba entre sí cada tres años, cuando elegían a su delegado municipal.
Al obtener la condición de municipios, los grupos internos han peleado el poder pero han involucrado a regiones enteras de Morelos, ya sea mediante el cierre de carreteras o con protestas en la capital que dañan a quienes nada tienen que ver el tema.
Pero ahora se ha hecho público que la pervivencia de esos municipios sui géneris tiene una fecha inamovible.
O hay acuerdos internos o se reintegran a los municipios de donde salieron para vivir en toda clase de conflictos, especialmente Xoxocotla y Hueyapan.