Por lo que se dijo ayer, será difícil evitar el retroceso de la entidad al semáforo sanitario color naranja, lo que significa disminución de los aforos en lugares públicos y un cambio en la atención que brindan toda clase de negocios a sus clientes. En pocas palabras, tendrá un innegable efecto negativo en la economía.
Todo esto pudo haberse evitado pero una parte de la ciudadanía actuó irresponsablemente e incluso mantiene esa conducta.
Aún se puede actuar a tiempo para prevenir un retroceso mayor -a rojo- aunque ahora los esfuerzos que se hagan tardarán en verse reflejados en las medidas adoptadas, pero aún así vale la pena.
Además, hacer lo necesario para evitar los contagios no solo debe tener una motivación económica, sino de plena conciencia que de esa forma se salvarán valiosas e importantes vidas.