Nuevamente la celebración de las fiestas patrias deberá limitarse por los efectos de la pandemia, tal y como ocurrió el año pasado.
Aunque puede resultar frustrante que una fecha tan especial quedé otra vez al margen, la medida permitirá salvar muchas vidas, pues nos encontramos en plena ola de contagios (la tercera).
Pero precisamente las acciones cívicas destinadas a combatir la pandemia pueden ser la forma más adecuada, natural y valiente de celebrar el inicio de la independencia de México.
Hace 2011 años grandes grupos sociales se pusieron de acuerdo para llevar a cabo una gran empresa con acciones que requirieron inmensos sacrificios.
La coyuntura actual es distinta pero también están en juego grandes intereses y que mejor que luchar de forma unida para poner fin a los contagios que han paralizado la nación y gran parte del mundo.
Seamos ciudadanos dignos del país que se forjó con tanto esfuerzo.