La temporada de lluvias no ha sido lo abundante que se esperaba pero ha tenido eventos puntuales y muy focalizados que rebasan los promedios y han causado severos daños a la infraestructura urbana.
Quedan varias semanas aún en las que es posible que las condiciones extremas se agudicen, por lo que la población, especialmente la que vive en zonas de riesgo, deberá tomar toda clase de precauciones e incluso no descartar la evacuación temporal de sus viviendas para evitar desgracias.
Mientras tanto, la sociedad en general debe asumir que el clima se ha modificado y que se requiere no solo adoptar una nueva cultura de prevención sino construir infraestructuras que aminoren el efecto del agua pluvial.
Se trata de asumir hoy mismo un nuevo enfoque de vida, a fin de que la Naturaleza deje de dañar lo que tantos años costó edificar.