El caso de un taxista que compró un auto nuevo para independizarse de su patrón y que por la pandemia quedó atrapado en una serie de pagos que ya no puede cubrir por la pérdida de ingresos es la historia de nuestro tiempo.
La drástica modificación de la economía y de las personas causada por las medidas para evitar la propagación del coronavirus que se extiende por el mundo dejó a mucha gente atrapada en compromisos que de repente se volvieron inasumibles, lo que no solo les empobreció sino que ha atado a deudas de difícil cumplimiento a personas que carecen de ahorros y aún de ingresos.
Cuando los niveles de inmunización permitan reabrir en su totalidad las actividades económicas habrá que cuantificar casos como el descrito y encontrar salidas, para que la recuperación sea lo más equitativa posible y no deje al margen a quienes decidieron emprender en mal momento.