Aunque la legislatura anterior fue la mejor aliada de la Cámara de Comercio -ya que ni siquiera aprobó las leyes de ingresos de los municipios- ahora es de esperarse que los nuevos diputados sí validen el valioso documento que permite a los ayuntamientos obtener ingresos por la vía de impuestos y derechos, por lo que no está de más la desconfianza del organismo empresarial, que desea participar en el análisis legislativo de los documentos municipales.
Varios ayuntamientos trataron al inicio de cada año de introducir nuevos cobros o aumentos en las tasas de los que ya existían, pero quedaron frustrados por la inacción de los legisladores.
Ahora habrá que pedirle a la nueva legislatura que considere la economía de los ciudadanos a la hora de aprobar los documentos, para evitar el descontento social que un incremento en conceptos vitales puede provocar, sobre todo luego de los efectos económicos causados por la pandemia.