Aunque minimizada por la pandemia de covid, una enfermedad -el dengue, igualmente preocupante- campea desde hace meses en la entidad con posibilidades de extenderse por el alargamiento de la temporada de lluvias.
Las condiciones de propagación del mal -y de otras enfermedades asociadas- tienen que ver con la existencia de lugares u objetos que puedan convertirse en criaderos del mosco transmisor.
Bastaría con evitar los depósitos al aire libre de agua limpia para obtener mayores éxitos en el combate a ese mal, pero es una tarea que mayormente corresponde a los ciudadanos, porque es dentro de las viviendas donde pueden crearse mayormente las condiciones para la proliferación del vector.
Basta con un mayor compromiso de la población para mejorar el control de la enfermedad. Que no lo hagamos habla bastante del tipo de sociedad que hemos construido.