Definitivamente la Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación a Víctimas (CEARV) carece de los recursos necesarios para llevar a cabo plenamente su labor, pero sí dispone de presupuesto para cubrir varias de sus áreas, que por una razón u otra no han sido adecuadamente atendidas por la persona que ocupaba la titularidad del cargo y cuya actuación estuvo cubierta por la sombra de la duda debido a que fue un nombramiento transexenal impuesto por el gobierno anterior.
Aunque finalmente se logró renovar el organismo, la nueva titular no debe ampararse en el pretexto presupuestal para justificar cualquier inacción
La noble tarea que se le encargó a la multicitada comisión fue distorsionada por la administración graquista, que logró prevalecer varios años más.
Ahora se trata de recuperar la dignidad perdida y de hacer que los recursos disponibles -pocos o muchos- por fin rindan frutos.