La emergencia sanitaria ha provocado que otros hechos relevantes en la entidad pasen desapercibidos, como el vacío de poder creado en el municipio de Xoxocotla por el asesinato de su edil.
A once días del crimen, la administración municipal de esa comunidad indígena sigue paralizada, aunque se ha notificado que el próximo lunes podría comenzar a operar.
Más de 40 mil habitantes padecen calladamente las consecuencias, que seguramente repercutirán por varios años.
Pero todo eso ha pasado prácticamente desapercibidos, porque las consecuencias de la pandemia ocupan toda la atención pública.
Sin embargo, aún en medio de la cuarta ola de contagios, es necesario que todos los asuntos vitales se identifiquen y se atiendan, para que el regreso de la normalidad no haya desagradables sorpresas.