Sin dejar de tomar en cuenta que es un derecho de los trabajadores aspirar a una vida mejor, la paralización de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos por la huelga convocada para mañana por el Sindicato de Trabajadores Administrativos de la máxima casa de estudios se antoja una desgracia para la institución, porque se da en un contexto en que las finanzas de la UAEM están en un difícil equilibrio que se rompe significativamente con el aumento del 3.5 por ciento a pesar del apoyo del gobierno federal y que por lo mismo no puede ir más allá sin poner en riesgo tantas cosas.
Por eso se requiere que las partes negocien hasta el último minuto antes de la hora pactada para el estallamiento de la huelga. Ese movimiento ya ha significado un notable desgaste institucional y lo será más si se concreta, lo que no debe pasar.
Esperemos que las pocas horas que aún faltan sean muy provechosas.