Una situación de elevado riesgo se ha creado para la población de Cuernavaca por la resolución de un juzgado de distrito que dio un plazo terminante para que la empresa PASA reasuma el servicio de recolección de basura que le fue anulado en la administración de Manuel Martínez Garrigós.
Eso y un pago de 37 millones fueron asumidos por la alcaldía, pero sin que la empresa beneficiada con la sentencia dé siquiera señales de vida.
Todos los datos disponibles señalan que PASA carece de la infraestructura y la capacidad operativa para asumir el manejo de la basura que genera la capital morelense, pero incumplir la orden judicial acarreará la destitución del alcalde, por lo que las alternativas son muy pocas.
Este fin de semana será decisivo para conocer el escenario que se avecina en materia ambiental. Las apocalípticas imágenes de las calles de Cuernavaca llenas de basura no deben repetirse.