Desde que comenzó el auge de la educación privada con la llegada del panismo al gobierno morelense es repetitivo el estallamiento de casos de jóvenes defraudados por haberse inscrito en escuelas que carecen de los registros oficiales necesarios.
Algunas de esas situaciones han provocado grandes escándalos por el número de defraudados.
Ahora llama la atención una nueva modalidad ofrecida por algunos empresarios de la educación que meterá en problemas a quienes acudan a ese tipo de servicios. Nos referimos a los cursos en línea para educación primaria y secundaria, una modalidad que no tiene el aval del Instituto de la Educación Básica del estado de Morelos.
Eso significa que quienes se inscriban no lograrán que sus estudios sean reconocidos por las autoridades y no podrán continuar en otros niveles. Será dinero y tiempo perdido.
Si llegara a reconocerse, esa forma de enseñanza podría resolver ciertos problemas de alumnos específicos, como aquellos que puedan estar aquejados por enfermedades incapacitantes.
Sin embargo, en la realidad actual carecen de reconocimiento y se prestan a ser motivo de fraude, por lo que la ciudadanía, reducida a cliente de los servicios educativos privados, debe estar alerta.