El paso del actual alcalde de Cuautla por el sistema que administra el agua potable en ese municipio está lleno de dudas y claroscuros, según se desprende de la información publicada ayer y que se basa en documentos oficiales.
El problema es que las dudas que prevalecen son sobre el manejo no de un patrimonio privado sino de dinero público, por lo que no es una gracia informar a la ciudadanía de esos puntos sin aclarar, sino una obligación cuyo incumplimiento acarrea una penalidad.
La tardanza del aparato administrativo y la inoperancia de los organismos que combate la corrupción ofrece impunidad, pero en los tiempos que vivimos no se sabe cuánto puede durar esa protección, en otro de los episodios que tanto lastiman a la sociedad morelense.