Finalmente, el Poder Legislativo marcó ya su punto de no retorno en la pugna que sostiene con el Poder Legislativo y con más de 20 alcaldes con motivo de la forma en que un grupo de quince diputados repartió los recursos que se ejercerán durante 2023.
El camino que sigue seguramente dejará sin efecto el documento aprobado en octubre, por lo que seguirá en vigor el presupuesto del 2020, que es el que se usa en el año que corre y que obviamente encierra grandes limitaciones para los organismos públicos.
Por lo pronto todo indica que se ha creado un nuevo frente de agitación social si los alcaldes cuyos municipios han sido marginados deciden convocar a su población para exigir la equidad que debería prevalecer.
Por lo pronto, la democracia de Morelos tuvo ayer otro de sus terribles episodios, cuando autoridades electas por el voto popular no pudieron ingresar al recinto del Poder que supuestamente representa a todos los morelenses.