Quienes tienen en sus manos el control del Poder Legislativo en la entidad parecen no temer a la justicia local, porque no hay otra forma de explicar el desacato en que han incurrido a la sentencia del Tribunal Electoral del Estado de Morelos que ordenaba dar posesión al diputado Arturo Pérez Flores de la presidencia de la Junta Política y de Gobierno.
Los diputados que manejan a su antojo el Congreso y sus homólogos que les ofrecen los votos necesarios sí le tienen miedo a la justicia federal y se han apresurado a legislar todos aquellos asuntos que vienen de esos tribunales, pero desprecian a los juzgadores comunes.
Mal mensaje para la ciudadanía y otro motivo de alerta para los electores, que cada vez tienen más cerca la fecha para dar a conocer su opinión sobre el papel que desempeñan quienes se supone son sus representantes.