Es posible que la insensibilidad de los diputados que controlan el Congreso local y los cómplices que les permiten completar sus quince dañinos votos se mantenga hasta el final de la Legislatura, con el daño que eso significará para el pueblo morelense, como los cientos de miles de propietarios de vehículos que carecen de los documentos básicos para circular debido al bloqueo impuesto desde el Poder Legislativo.
La ciudadanía es ajena a la lucha entre Poderes pero ha sido tomada como rehén por los diputados, que a pesar de haber sido electos por la voluntad popular actúan como si su mandato proviniera de la divinidad y que este no tiene límites de ningún tipo, ni siquiera morales.
Los exhortos y reclamos para que permitan reanudar la expedición de placas y tarjetas de circulación han caído en oídos sordos, lo mismo la petición para que transparenten los mecanismos para elegir nuevos magistrados e infinidad de temas que tendrán un alto costo para los morelenses.