Todo indica que las medidas preventivas adoptadas contra los conductores del transporte público en todas sus modalidades son más que necesarias, luego del hallazgo de veinte choferes con sustancias prohibidas en su cuerpo en horario de trabajo.
La vida de decenas de personas está en manos de quienes conducen las unidades concesionadas y la responsabilidad que asumen los que conducen un vehículo es enorme, por lo que es una buena medida sacarlos de circulación a tiempo.
El tamaño de la sanción, sin embargo, puede ser contraproducente, pues dificulta mucho el regreso de quienes han sido sorprendidos mientras manejaban después de consumir alcohol u otras sustancias prohibidas.
Por lo pronto, difundir ampliamente los hallazgos de los operativos puede contribuir en la disuasión del consumo de sustancias que resultan peligrosas para desempeñar una tarea tan delicada.