El llamado “pase automático” de bachillerato a licenciatura en UAEM fue una distinción que se otorgaba por verdaderos méritos académicos y no se parecía al proceso similar en la UNAM, donde los alumnos de bachillerato de la institución tienen asegurado su lugar en una licenciatura, sin mayores requisitos.
La máxima casa de estudios de la entidad hace tiempo que dejó sin efecto esa vía, tanto de hecho como de derecho, pero se ha renovado el interés por restablecerla.
Aunque el espíritu de la propuesta se plantea como un rescate de la distinción para aquellos que realizan un esfuerzo académico superior, coquetear con reducir las exigencias de ingreso puede llevar a la universidad a una situación que comprometa lo que hasta ahora ha logrado en cuanto a excelencia.
Mantener los altos estándares académicos y de investigación le ha permitido obtener el respeto de las autoridades federales y ha contribuido al rescate financiero que el próximo año le permitirá tener finanzas sanas.
Por eso, la calidad no puede ser puesta en riesgo de ninguna forma.