Luego de una lamentable decisión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que calificó el llamado “operativo mochila” de violatorio de los derechos humanos de los estudiantes, los planteles educativos perdieron una formidable herramienta para prevenir actos de violencia o conductas inadecuadas del alumnado.
El crecimiento de la violencia enquistada en la sociedad hace que sea muy posible la introducción de armas y drogas a las escuelas, lo que pone en peligro a toda la comunidad.
La realidad de México hace que la decisión que en su momento tomó la CNDH peque de rigorista e inadecuada para el contexto social que vivimos.
Retomar la revisión seguramente implica un trabajo para maestros y padres de familia, pero es una garantía de tranquilidad de que no habrá hechos extremos que lamentar o al menos bajará la probabilidad de que ocurran.